Casi todo el mundo tiene miedo a hablar delante de otras personas, es una reacción natural, pero es algo que puedes lograr con aprendizaje y practicando un poco. La dificultad de enfrentarse a una audiencia, la falta de confianza y el miedo a hablar en público están muy extendidos en nuestra sociedad, llegando a ocasionar verdaderos problemas en el desarrollo escolar, personal y profesional. Entonces, ¿Por qué debemos aprender a hablar en público? Hablar en público significa expresar tus emociones, tus pensamientos, aquello que de verdad te importa.
Presentar implica construir una historia para transmitir una gran idea, con un punto de vista propio, con una lógica argumental fácil de seguir, con el detalle justo y necesario. Hablar en público es mucho más que hablar… Es expresar nuestras ideas y emociones, convencer, disuadir, motivar, poner en valor, aclarar, ayudar a tomar decisiones o inspirar. Haz tu discurso memorable. Quien te escucha recordará más fácilmente lo primero o último que hayas dicho, lo que hayas repetido más veces, lo que más te haya impactado, o lo que les ha resultado más útil. No olvides que hablamos para que recuerden lo que decimos.
La Gran Idea es aquello que quieres demostrar o defender a lo largo de tu presentación; es la conclusión de toda tu exposición; aquello con lo que quieres que tu audiencia se quede en la cabeza cuando acabes tu discurso. Podemos llegar a una “Gran Idea” por diferentes caminos. Podemos articularla de varias formas y utilizar razonamientos diferentes para defenderla.
CLAVES
Organizar bien la información asegurándote que todo lo que dices tiene sentido y es coherente.
Habla primero de las ideas generales y posteriormente entraremos en detalles.
Utiliza las palabras adecuadas y apóyate en la voz y los gestos; ayudarán a que tu mensaje se entienda.
Exponer de manera clara y ordenada y agrupar la información.
Tenemos que aprender a transmitir emociones y sensaciones.
Ofrecer argumentos sólidos, las evidencias o los ejemplos nos ayudan a justificarlos. Añadir datos, ejemplos, demostraciones, comparaciones, historias personales, …
Dedicar tiempo a la preparación,; busca y encuentra la información que más te ayude a defender tu punto de vista.
5 consejos para crear presentaciones de gran impacto
1. Crea una presentación atractiva
Parece un consejo bastante obvio, pero la realidad es que una presentación atractiva es una presentación memorable.
2. Concéntrate en una sola idea a la vez
No dejes que tu audiencia se pierda en un mar de información. Escoge un tema para cada diapositiva y escribe, como mucho, 6 palabras en cada una.
3. Sigue la regla 10-20-30
Limita tu presentación a 10 diapositivas, no más de 20 minutos de explicación y fuente tamaño 30 o más. 10-20-30: Así no te puede ir mal.
4. Cuenta una historia
Las historias son un gran recurso. Al igual que toda buena historia, una presentación tiene que tener un principio, un nudo y un final. Muéstrale a tu audiencia cuál es el problema, explícale por qué es importante y, para el gran final, propón soluciones.
5. Interactúa con tu audiencia
Tu audiencia no quiere ver una prueba de lectura, quiere escuchar lo que tú tienes para decir. No pierdas tiempo leyendo las diapositivas en voz alta, concéntrate en conectarte con tu audiencia: haz preguntas, dialoga abiertamente y haz que el público participe. Te aseguramos que esa será una presentación que recordarán por siempre.
¡Ah! Y un último consejo que nunca falla: busca caras sonrientes entre el público y habla directamente con esas personas. Eso te ayudará a relajarte y a encontrar la confianza para dar una gran presentación.